En MiBusto te hemos hablado mucho acerca del proceso de decisión que requieres previo al elegir una cirugía estética de aumento, implantes o reducción de busto. En esos artículos nos hemos centrado siempre en cuestiones internas: tu autoestima, las razones emocionales para tomar la decisión y la importancia de tomar una decisión informada y con seguridad. Ahora, decidimos conversar contigo un poco más respecto a otro de los grandes dilemas de las cirugías plásticas que a nadie le gusta discutir: el dinero.

No pongas en riesgo tu salud por unos cuantos pesos

Aunque en perspectiva con la amplia gama de intervenciones quirúrgicas, las cirugías estéticas se encuentran en el promedio en pesos, la realidad es que a muchas nos suenan caras la primera vez que preguntamos el precio y vemos los ceros aparecer de pronto. Sin embargo, muchas de nosotras olvidamos todo lo que involucra un procedimiento de este tipo: equipo médico, tiempo quirúrgico, honorarios médicos y demás gastos que se requieren para llevar a cabo la cirugía.

Llegamos entonces a considerar opciones “baratas”, con tal de buscar la silueta que deseamos y ciertamente ¡no podríamos estar cometiendo error más grande! Recuerda que, a pesar de la seguridad de los procedimientos y lo relativamente corta que es la duración de la intervención, una cirugía plástica sigue siendo un procedimiento quirúrgico y esta puede traer algunos riesgos, no sólo durante y después de la cirugía, incluso en los resultados.

Primeramente, es necesario estar segura que tu médico está certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Esto nos asegurará que cuenta con las certificaciones, conocimiento y entrenamiento necesario y que estamos poniendo nuestra salud en buenas manos. Recuerda que escatimar en gastos de hospitalización, recuperación, calidad y tratamientos puede salir peor a la larga y puedes terminar gastando más en la recuperación accidentada.

Lo mejor es optar por la calidad, si somos capaces de gastar sin control en zapatos, maquillaje y otros lujos, qué mejor que invertir en algo que repercute en nuestra salud y nuestro bienestar. Por eso, nuestra mejor recomendación si crees que tu presupuesto está un poco limitado es que pospongas tu cirugía un tiempo, hasta que puedas costearla correctamente, en lugar de arriesgarte por unos cuantos pesos.