El sol puede llegar a ser muy engañoso. Detrás de las nubes, cuando llueve y en épocas como el invierno, la radiación UV también llega hasta nosotros. ¡Exactamente! Lo que daña del sol no es en sí el calor que emite o la luz visible, sino las radiaciones ultravioleta que penetran en nuestra piel y degradan el colágeno.

La pieza clave para cuidar la juventud de la piel

Los efectos del daño solar son acumulativos, es decir, todo el tiempo que pasamos expuestos bajo sus rayos se acumula y eventualmente pasará factura. Para tener un mejor cuidado de la piel, entonces, se requieren tres acciones esenciales:

• Primeramente se requiere protección total contra el sol. Para esto necesitamos un protector solar de amplio espectro en crema y prendas de ropa adecuadas para cada ocasión.

• Reducir la exposición directa al sol cuando sea posible, especialmente en las horas en que hay un mayor índice de radiación.

• Revertir el daño que ya ha sido causado y está acumulado en la piel.

Es fácil encontrar buena información sobre los cuidados solares en épocas como la primera y el verano, pero pocos saben que en otoño e invierno el daño solar se mantiene si no tenemos el cuidado adecuado.

Nuestro protector solar es un must, salir sin él durante el día puede no tener efectos visibles inmediatos, pero ya nos veremos en unos años cuando todos esos signos del daño acumulado aparezcan.

Al momento de elegir un protector solar, es importante considerar que debe ser de al menos un SPF30 en adelante, ya que el tipo de radiación que recibimos en esta sección del mundo es mayor que lo que resienten países más al norte.

Además, hacemos hincapié en una cuestión de mucha importancia: el protector solar no funciona 24 horas continuas, debe reaplicarse constantemente. ¡Sí, justo como lo escuchas! Tu protector solar, sin importar la marca, comienza a perder efectividad después de dos o tres horas de uso debido a su contacto con los contaminantes del ambiente, el sudor, la grasa de la piel, etc.

Entre tener que reaplicarlo constantemente y usarlo de forma devota diariamente, podríamos decir que el protector solar es un producto indispensable para todos nosotros, por eso nos preguntamos ¿se debe o no invertir en un buen producto?

¡La respuesta es sí! Dentro de todo el universo de productos de la piel que existen, si hay uno en que realmente sea necesaria la calidad y efectividad es en el protector solar (aunque lo ideal es que todos tus productos sean de calidad). Elegir un protector barato puede causarte acné, irritaciones, resequedad y hasta mayor daño solar, ya que va a estar en tu piel diariamente. Evita esos productos llenos de conservadores y químicos, no expongas tu belleza por ahorrar un poco.

Nosotros recomendamos el uso de protectores solares físicos, estos son ideales para estar al aire libre y suelen ser más ligeros que los demás. Al estar compuestos por minerales (físicos se les llama porque crean una barrera que refleja los rayos UV), estos no penetran en la piel, teniendo así una menor tasa de irritación o alergia. Son más saludables, más cómodos y más ligeros. ¿Qué es lo malo?, al no tener sustancias que penetren en tu piel, son más fáciles de remover por accidente al tallarse, sudar o aplicar otros productos.

Un plus que puedes considerar al momento de elegir un protector solar es que tenga color, así podrás usarlo como base de maquillaje, ahorrado un paso en tu rutina y de pasada cubriendo imperfecciones mientras te defiendes del exterior.

¿Ya conoces Tizo? Es una línea de protectores solares físicos con una textura maravillosa. Son efectivos al momento de proteger la piel, mientras ayudan a matificar y dejar una apariencia más radiante. Al ser protectores minerales, no causan alergia ni irritación y sus minerales están tan refinados que dejan una piel suave durante todo el día.