Si bien la cirugía de aumento de busto con implantes mamarios es segura y presenta pocas complicaciones, la posibilidad existe (como en todo procedimiento quirúrgico) que aparezca algún efecto secundario. El más temido por las mujeres con implantes mamarios se llama: Contractura Capsular.

Uno de los grandes miedos de las mujeres con implantes mamarios

Este padecimiento se da cuando existe la formación de una cápsula de tejido autólogo alrededor del implante. ¿Por qué el cuerpo crearía esta cápsula? Como mecanismo de defensa, el cuerpo tiende a reaccionar ante cualquier objeto externo que se introduzca en el cuerpo y una de las principales vías de defensa es encapsularlo para así aislarlo del organismo. ¿Alguna vez te has astillado? Es algo similar, cuando la astilla dura varios días dentro de la piel, si no pudo sacarse en el momento, cuando logremos expulsarla con ayuda del cuerpo, podremos notar una pequeña y delgada capita casi trasparente, esa es la cápsula.

¿Qué es lo que la hace tan temible? En el caso de la contractura capsular mamaria es que este tejido actúa como tejido cicatrizante y, como toda cicatriz, puede causar fibrosis y contraerse, comprimiendo el implante.

Normalmente, estas son las señales de alerta que nos pueden indicar la presencia de una contractura capsular:

• Dolor en el busto: puede ir desde una pequeña molestia al contacto, como dolor severo, según la gravedad del padecimiento. Suele ir acompañado de una sensibilidad extrema.
• Arrugas y deformaciones en el seno, que son notorias a simple vista.
• Endurecimiento: el seno afectado se torna duro y muy firme.
• Desplazamiento del implante: el implante puede incluso llegar a moverse de su lugar de colocación.

Según la severidad del encapsulamiento, la contractura capsular se clasifica en diferentes grados, utilizando la escala de Baker, la medida estándar para este padecimiento:

• Baker I: la mama aún se ve blanda y con una apariencia casi totalmente natural. Este es el estadío perfecto para comenzar el tratamiento.
• Baker II: existe un ligero endurecimiento, pero la apariencia aún es normal. Igualmente, este estadío es adecuado para asegurar la efectividad de los tratamientos.
• Baker III: la contractura se considera de gravedad, puede palparse el implante y existen deformaciones en las mamas.
• Baker IV: dolor y dureza en la mama, ya existe una notorio asimetría. En este estadío lo más recomendable es remover el implante y la cápsula de forma quirúrgica.

¿Cómo se evita? Desafortunadamente, es difícil predecir si el cuerpo tendrá una reacción adversa ante el implante o no, es por eso que las fábricas de implantes mamarios están constantemente haciendo estudios clínicos de seguridad y compatibilidad, para reducir así el riesgo y poder ofrecer  productos de calidad y seguros.

Para reducir las probabilidades de sufrir contractura capsular, se desarrollaron los implantes texturizados. Estos son aquellos implantes cuya capa externa no es completamente lisa, sino que tiene una ligera textura (que puede notarse con el tacto), lo cuál mejora la adherencia al cuerpo y previene la formación de la cápsula. ¿Por qué la textura? El cuerpo, dentro de sus mecanismos de defensa naturales, reconoce los “organismos extraños” a través de la textura; es decir, entre más se parezca la textura de los implantes a la textura del tejido humano, más sencillo será que pueda pasar incógnito en el cuerpo.

No obstante, existen riesgos con esta textura, especialmente cuando la textura es “predecible” (que está hecha en patrones simétricos) ya que el cuerpo los encapsula con más frecuencia o cuando la textura es demasiado agresiva (muy profunda, muy marcada) ya que el cuerpo lo puede detectar como una amenaza al organismo. Lo ideal es elegir implantes con texturas medias o microtexturas, que son los que reducen al máximo las probabilidades de encapsulamiento.

Nosotros recomendamos los implantes mamarios Eurosilicone y Nagor, cuya textura está hecha con la impresión de sales médicas en patrones naturales y aleatorios, lo que ofrece una textura media y microtextura que optimiza el desempeño del implante dentro del cuerpo. Estos implantes están avalados por las más altas certificaciones de calidad y seguridad. Es tanta la confianza que puedes depositar en estas marcas, que ellas ofrecen las garantías más amplias del mercado de por vida.

Cuando ya existe un encapsulamiento mamario, usualmente este puede tratarse con diferentes métodos, para evitar el avance o para desaparecerlo, según el estadío en que se encuentre:

• Una opción de tratamiento es el uso de antibióticos
• Se usan también drenajes linfáticos, para reducir el líquido en la cápsula
• Ultra sonidos para deshacer la cápsula

El tratamiento preventivo o para combatir los estadíos menos severos más común son las terapias con ulta sonido, ya que estas no requieren invasión del cuerpo ni el uso de medicamentos. Las terapias de ulta sonido son sesiones cortas en las que a la paciente se le conectan unas sondas que llevan a cabo la terapia de forma cómoda y simple para ella.

En México existen algunos centros de tratamiento con ultra sonido Capsuloblast, diseñados específicamente para reducir la contractura capsular mamaria, sin efectos secundarios con una atención de calidad y avalados por especialistas médicos como un tratamiento exitoso.