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Salud | 14 JUN 2016
Seguro no sabías qué químicos tienen tus productos


Los productos que usamos en nuestra rutina de cuidados de la piel son el resultado de formulaciones químicas que están pensadas, en su mayoría, para rejuvenecer, renovar y nutrir la piel. Sin embargo, no todos estos tienen la calidad óptima, muchas marcas “baratas” buscan reemplazar los ingredientes adecuados con conservadores o demás ingredientes que alarguen la vida del producto, permitan que pueda envasarse mayor cantidad y otras cuestiones similares que son más un anzuelo de compra que un beneficio para la piel.

¡Cuidado con lo que pueden contener algunos productos!

Por ley, todos los productos deben tener una etiqueta impresa que enliste los ingredientes que contiene, entonces no es cuestión de falta de información. ¡Revisa tus productos! Así podrás darte cuenta si algo está dañando tu piel más de lo que ayuda.

Te damos aquí una lista de los nombres científicos de ingredientes activos comunes, para que sepas cuales evitar y cuáles buscar en un producto dermatológico. Recuerda además que el orden en el que vienen enlistados los productos sí importa, ya que van de mayor a menor concentración en la fórmula.

 

Ingredientes benéficos:

Retinil Palmitato: el nombre científico de la vitamina A. Este ingrediente ayuda en la renovación de la piel y es muy efectivo para combatir líneas finas y arrugas. La vitamina A viene en muchas formas distintas, así que posiblemente puedas encontrarlo también como “retinol” o “ácido retinóico”.

Nuestra recomendación: Retinol and C Care Cream de Medicalia, renovación dérmica efectiva contra el envejecimiento.

Ascorbil Palmitato: vitamina C. Este es un antioxidante regenerativo con propiedades despigmentantes y rejuvenecedores. Si este ingrediente aparece muy arriba en la lista de ingredientes de tu producto, ¡no lo pienses dos veces! De igual manera, la vitamina C puede venir en otras formas como “ácido ascórbico” o “ascorbato”.

Nuestra recomendación: Vitamin C Serum, un suero concentrado con vitamina C que revierte los signos de la edad.

Tocoferol: vitamina E. Uno de los antioxidantes más poderosos, previene la resequedad, el envejecimiento prematuro y ayuda en la prevención de estrías.

Nuestra recomendación: Stretchmark Guard Cream de Medicalia, una emulsión preventiva y nutritiva que evita la aparición de estrías tras el embarazo o la pérdida de peso.

Hialuronato de Sodio: ácido hialurónico. Un poderoso humectante ya que puede transportar hasta 1,000 veces su peso molecular en agua, gracias a esto puede reducir la apariencia de líneas finas y prevenir la resequedad. Uno de los ingredientes más comunes y más utilizados en cremas humectantes e inyectables dérmicos.

Nuestra recomendación: Eye Cream de Medicalia, un rejuvenecedor para el contorno de ojos que reafirma y nutre la piel.

Camellia Sinensis: el nombre científico del té verde. Un ingrediente con propiedades calmantes y que puede combatir el daño solar.

Nuestra recomendación: Gentle Cream de Medicalia, una crema humectante con agentes efectivos contra la irritación y la rosácea.

Hammamelis Virginiana: el nombre científico de la planta escoba de bruja u olmo. Posee propiedades astringentes que ayudan a controlar el exceso de grasa en la piel del rostro, afina los poros y suaviza la piel.

Nuestra recomendación: MEG21 Moisturizing Toner. Un tónico refrescante que mejora la penetración de los ingredientes mientras evita la aparición de imperfecciones y combate el envejecimiento.

 

Ingredientes cuestionables:

Estos ingredientes siguen en debate médico entre que tan benéficos son para la piel o si pueden causar mayores complicaciones. Como aún no se ha llegado a un consenso clínico, la recomendación es evitarlos en lo más posible.

Parabenos: los conservadores añadidos a un producto para retrasar el procedo de caducidad. Hasta el momento, lo único concluido de forma clínica es que los parabenos afectan las hormonas de estrógeno, lo cuál podría conectarlos con el cáncer de mama.

Fragancia: aromas añadidos a las fórmulas para que sean más atractivos al ser usados. Sin embargo, en las etiquetas de producto (por regulación de la FDA) NO es necesario indicar el contenido de esa fragancia, por lo que podría tener muchos ingredientes sintéticos o irritantes. Lo mejor es evadir las fragancias añadidas y utilizar productos con fragancias naturales.

Laurato de Sodio Sulfato: un agente espumoso que normalmente no es dañino. Es eficiente para limpiar la piel de contaminación y el exceso de grasa. Sin embargo, usado constantemente puede ser irritante para los ojos y causar resequedad.

 

Ingredientes para evitar:

Estos ingredientes son los que debemos realmente evitar sí o sí, ya que pueden llegar a dañar tu piel, reduciendo la efectividad de tus cuidados y productos.

Tolueno: un solvente que normalmente se utiliza para adelgazar las uñas y esmaltes que puede dañar la piel e irritar.

Glicol Metileno: un formaldehído tóxico que se encuentra en tratamientos para el cabello y que causa irritaciones severas en la piel del rostro, los ojos e incluso en el sistema respiratorio. Otro uso común del Glicol Metileno es embalsamar cuerpos.

Cloruro Mercurioso: un metal peligroso y pesado que suele usarse en tratamientos despigmentantes, pero que es altamente tóxico, según las pruebas clínicas.

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