Comer saludable es una actividad que impacta notoriamente en toda tu persona: tu cuerpo, tu estado de ánimo, tu salud y tu piel. Muchas veces, las condiciones de nuestra piel como el acné, el exceso de grasa, la irritación o la resequedad se deben a lo que ponemos en nuestra dieta.
Podrías estar dañando tu piel con lo que comes
Sabemos que cambiar de hábitos alimenticios no es agradable, especialmente cuando se trata de dejar atrás los alimentos que tanto nos gustan o a los que estamos muy acostumbrados; pero la información es poder y saber qué comidas pueden no ser tan benéficas para nosotros es el primer paso hacia tener una piel saludable y bella.
Alimentos refinados
La razón principal por las que los alimentos muy refinados y procesados no son lo mejor para ti: el alto índice de azúcares. Cuando comes este tipo de alimentos, el cuerpo responde a través de la inflamación y tu piel se ve víctima del envejecimiento prematuro, por el daño al colágeno natural. Reemplaza estos alimentos por sus versiones integrales, con más fibra o con vegetales para añadir carbohidratos más valiosos.
Papitas y alimentos fritos
No todos los tipos de grasas son buenas. Los alimentos fritos o las patitas chatarra tienen alto contenido de grasa, lo que no sólo afecta tu figura, sino tu piel. Mejor, reemplaza estas grasas por unas más saludables como el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos.
Cafeína
En el caso de la cafeína, otro de nuestros gustos culposos, se debe a la deshidratación que causa. El café es un diurético natural, por lo que el cuerpo pierde agua en proporción a la cantidad de café que tomas. Aquí no es necesaria la sustitución, sólo hay que moderar el consumo y complementarlo con agua u optando por mejor tomar té verde.
Azúcares procesadas
¿Recuerdas cuando hablábamos de la glicación y el daño que le hace a tu piel? (si no es así, consúltalo aquí), pues estos alimentos producen 3DG en la piel, la cual causa irritación, inflamación y envejecimiento prematuro. Consumir azúcar en exceso daña las fibras de colágeno y debilita las capas de tu piel, lo que provoca más arrugas y líneas finas. Si bien el azúcar es un placer culposo difícil de dejar, intenta reemplazarla con versiones más saludables como las frutas o la miel, así mismo, busca versiones más completas de tus panes dulces: que sean horneados con harina integral, por ejemplo.